La vitamina D es conocida por ser la “vitamina del sol”, ya que podemos sintetizarla naturalmente en nuestro cuerpo al exponernos a los rayos solares.
Esta vitamina es bastante popular debido a que existe deficiencia en la mayoría de la población mundial asociada principalmente a una baja exposición a los rayos solares. La pandemia del Covid-19 fue un gatillante en el aumento de estas cifras principalmente por las cuarentenas, lo que disminuyó nuestra exposición solar.
La importancia de la vitamina D en nuestro sistema inmune es significativa, incluso revisiones sistemáticas (PMID: 35432612) relacionaron una deficiencia de Vitamina D con el aumento de la mortalidad y progresión a condiciones clínicas en pacientes que padecían de Covid-19.
La literatura actual respaldan la suplementación con esta vitamina para corregir las deficiencias de esta. Es importante que un Nutricionista o Médico pueda realizar exámenes de sangre para determinar la deficiencia, y las dosis de suplementación.
La deficiencia de vitamina D se asocian a un mayor riesgo de fracturas, dolor muscular crónico en deportistas e infecciones del tracto respiratorio. Mantener niveles adecuados de esta vitamina es fundamental para nuestra salud. En caso de deficiencias, un suplemento podría ser un buen aliado para corregir este problema. El consumo debe ser acompañado con comidas grasas, ya que es una vitamina liposoluble, esto quiere decir que mejorará su absorción al acompañarse con grasas como palta, frutos secos, aceites, etc (PMID: 29025082)
